Diocese Da Nang
Da Nang (Agencia Fides) - Más de diez mil fieles, procedentes de todas las parroquias y comunidades de la vasta diócesis de Da Nang -que abarca más de 10.000 kilómetros cuadrados en el centro de Vietnam-, han participado en la peregrinación jubilar al Santuario Mariano de Nuestra Señora de Tra Kieu, con motivo del Año Santo 2025.
El lugar mariano, profundamente arraigado en la devoción popular, conmemora una aparición de la Virgen María ocurrida hace 140 años, cuando, según la tradición local, la Madre de Dios se manifestó para consolar, alentar y socorrer a sus hijos en tiempos de dificultad.
La peregrinación -celebrada en la solemnidad de la Visitación de la Virgen María- ha sido definida como «un acontecimiento de amor, fe, compromiso y servicio, una ocasión para confesar la fe ante los desafíos del tiempo presente», según ha expresado el arzobispo Joseph Dang Duc, coadjutor de la archidiócesis de Hue y, al mismo tiempo, administrador apostólico de Da Nang. El prelado ha presidido la solemne Eucaristía, concelebrada por cientos de sacerdotes, y en la que participaron numerosos religiosos, religiosas y fieles laicos.
La peregrinación ha tenido un doble significado: por un lado, ha puesto fin al tradicional «mes de las flores» -el mes de mayo, dedicado en Vietnam a la devoción mariana- y, por otro, ha servido de preparación espiritual para la solemnidad de Pentecostés. La comunidad católica vietnamita, que representa alrededor del 7 % de la población del país (unos siete millones de fieles), expresa una profunda devoción a la Virgen María. Durante todo el mes, los fieles han participado en celebraciones, vigilias de oración, misas al aire libre y rosarios comunitarios en santuarios marianos, donde se ofrecieron flores frescas como signo de amor y gratitud a la Madre de Dios.
La peregrinación ha sido también la celebración de María como «mujer de Pentecostés», que se celebra el 8 de junio: los fieles acuden a los lugares donde la Virgen María se apareció para salvar a los católicos durante las sangrientas persecuciones en la historia de la Iglesia vietnamita, como Nuestra Señora de La Vang en la diócesis de Hue, Nuestra Señora de Nui Cui en la diócesis de Xuan Loc, o Nuestra Señora de Tra Kieu en la diócesis de Da Nang, para pedir su protección. María, de hecho, llena del Espíritu Santo, muestra en sí misma la obra que el Espíritu realiza en cada creyente.
«María –ha sido la reflexión propuesta a los fieles por el vicario general, padre Bonaventura Mai Thai- está en el Cenáculo como la primera en recibir la plenitud del Espíritu Santo. María es una gran conocedora de la acción del Espíritu. Vive en una profunda relación con Dios y con el Espíritu Santo, convirtiéndose así en modelo para los apóstoles y para todos nosotros. María es modelo de disponibilidad y acogida hacia el Espíritu de Dios. Contemplando a María en Pentecostés, tenemos la oportunidad de dejarnos moldear por el Espíritu Santo para transmitir el amor de Dios al mundo».
La figura de María, que se pone en camino para llegar a la casa de Isabel, ha señalado el arzobispo Joseph Dang Duc, es «imagen y modelo de una Iglesia sinodal, una Iglesia que sabe salir de sí misma para encontrar, escuchar y servir al prójimo». «La misión hoy significa no permanecer encerrados en casa o en la iglesia, sino es una invitación para todos a ir hacia los pobres, los que sufren y los marginados que necesitan apoyo, consuelo y ánimo, empezando por los que están a nuestro lado, en la familia o en la comunidad».
María –ha añadido- «estaba llena del Espíritu Santo. Este es un importante recordatorio para todos los miembros del pueblo de Dios en nuestra diócesis. Todas las actividades, los encuentros comunitarios, las liturgias, las peregrinaciones, sin la gracia del Espíritu Santo, serán solo encuentros puramente sociales. Con la presencia del Espíritu Santo, serán momentos espirituales vividos en presencia de Dios, y traerán renovación, verdadera alegría y paz a los corazones. Hoy, cada uno de nosotros, independientemente de su estatus y misión, ya sea sacerdote, religioso o laico, está invitado a vivir con espíritu de gratitud, humildad y dedicación, como la Virgen María, para saber confiar, alabar y dar gracias a Dios». Así, ha concluido, «la peregrinación al santuario mariano de Tra Kieu no es solo un acto individual, sino un acto comunitario para renovar nuestra vocación y misión, ya que todos somos pueblo de Dios y todos estamos caminando juntos en la fe, en el amor, hacia la evangelización».
La diócesis de Da Nang ha sido la cuna del catolicismo en el sur de Vietnam. Las raíces del anuncio cristiano se remontan a tres misioneros jesuitas que desembarcaron en Hoi An en 1615 y comenzaron su labor evangelizadora. Uno de los frutos de la predicación fue el primer beato y mártir vietnamita, el beato Andrés de Phu Yen, un catequista beatificado en 2000 por el papa san Juan Pablo II.
En los siglos XVII y XVIII, Da Nang fue uno de los principales centros de evangelización de la diócesis de Cochinchina (en el sur de Vietnam), lugar desde donde partían los misioneros. El santuario mariano de Tra Kieu, situado en la provincia de Quang Nam, es un conocido destino de peregrinación. En septiembre de 1885, se dice que la Santísima Virgen se apareció en lo alto de la iglesia del pueblo católico de Tra Kieu para ayudar a los feligreses a derrotar a los soldados reales que intentaban exterminar a los habitantes cristianos del pueblo.
Juan XXIII creó la diócesis de Da Nang el 18 de enero de 1963. El territorio comprende la ciudad de Da Nang y la provincia de Quang Nam. Actualmente, la diócesis cuenta con 73.000 católicos de una población de 2,7 millones de habitantes, y tiene 51 parroquias.
(PA-AD) (Agencia Fides 3/6/2025)
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